miércoles, 26 de diciembre de 2012

Francisca, Alfonso, Valeria y Andrea


Estos dibujos a lápiz son el último encargo que he tenido el gusto de trabajar, caricaturas de los abuelos (Francisca y Alfonso por un lado y Valeria y Andrea por otro) de mi amiga Sandra Grau de Barcelona que conocí estudiando ilustración y que hace unos meses me encargó para regalar a sus padres en recuerdo de sus ancestros.
Tanto uno como otro dibujo tienen lógicamente un ambiente catalán que tanto me gusta y que a veces echo un poco de menos. En uno se puede ver un perfil del Tibidabo además de una Moreneta en las manos de Francisca y en el otro las ruinas greco-romanas de Empúries fundidas con la playa de L´Escala.
Decir además que ha sido un gustazo hacer este trabajo tanto por las facilidades de mi cliente como por su tema que me ha hecho acercarme a cuatro personas que aunque no tuve el placer de conocer forman un poco parte de mi, y es que siempre dibujar seres te hace conocerlos un poco y te acerca a su verdad.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Naranjito ya mayor

Esta es la segunda prueba esta vez en una naranja (Andrea Múgica colega del gremio me lo aconsejó). En este intento mi intención previa fue el trabajar los degradados ya que la piel de naranja es mucho más fácil de manipular, de hecho en la primera linea que hice dejé un surco como una fosa abisal. La tinta para los degradados la disolví con agua para rebajar la intensidad. Al final y para darle unas luces utilicé un poco de acrílico amarillo también con una aguja de siete puntas.

Continuaré con los siguientes tatuajes en otra naranja, prima hermana de está, por cierto de un sabor exquisito las que no he tatuado.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Chiniss tatoo

Esta es la primera prueba oficial (las anteriores fueron un fiasco) de mi nueva aventura artística, los tatuajes.
El resultado como podeis ver no es todo lo limpio que se podía esperar y aunque el dibujo no está acabado me sirve y estoy contento con el resultado.
En las primeras pruebas utilicé piel sintética pero la tinta, china por cierto, no terminaba de fijarse, y es que la piel artificial no tiene un grosor aceptable que permita que la aguja entre con profundidad, el problema que me surgió cuando deseché la piel sintética fue que utilicé una piel curtida y la velocidad de golpeo no era la suficiente para que las lineas fueran evidentes empecé con 6 voltios y fui aumentando el voltaje hasta 9 que ya me resultó adecuado.
Además dos de las pruebas que hice sobre la piel tenían un color base, utilicé un muestrario de pieles para tapizar sofás, que dificultaba también que el dibujo quedara marcado.
Finalmente probé con la piel que veis en la imagen que tiene un color muy natural y que si que se deja tatuar pero tiene el inconveniente de su poca impermeabilidad y cuando retiras el tinte sobrante se impregna todo haciendo su limpieza complicada y dejando un residuo evidente. Luego en la piel humana todos estos problemas no serán pero seguro que surgirán otros. En futuras entradas os hablaré de mi progreso.

Por cierto el protagonista de la historia es un canario al que me gusta caricaturizar y que convivió conmigo en el piso de estudiantes de Barcelona y al que tuvimos el gusto de dejar vivir fuera de su jaula cuando descubrimos su cariño y su amistad por un error, pero que terminó queriéndonos como si fuera un perro... y nosotros a él por supuesto.